Brittney Griner pasó la página de la cárcel y volvió a las canchas: "Un milagro y un día de alegría"

Después de pasar 10 meses encarcelada en Rusia, la estadounidense Brittney Griner volvió a sentirse jugadora de básquet en un emotivo regreso a las canchas la noche del viernes en la jornada inaugural de la WNBA.

"Me sentí muy bien. Me sentí como la última vez que jugué", dijo Griner entrevistada al final del primer cuarto del partido en el Crypto.com Arena de Los Ángeles (California).

La pívot, que llevaba 579 días sin jugar un partido de la WNBA, fue liberada en diciembre como parte de un canje de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, donde había sido detenida 10 meses antes por viajar con cartuchos de aceite de cannabis.

Aunque lucía el uniforme de las visitantes Phoenix Mercury, Griner se llevó la mayor ovación de la noche en la pista de Los Angeles Sparks.

Las Sparks lograron una contundente victoria 94-71, pero Griner tuvo una destacada actuación en sus 25 minutos de juego.

La doble campeona olímpica (2016 y 2020), una de las mayores estrellas de la WNBA en la última década, fue la máxima anotadora de las Mercury con 18 puntos (7/9 en tiros de campo) y también sumó 6 rebotes, 2 asistencias y 4 tapones.

Entre las numerosas personalidades que acudieron a apoyar a la jugadora estaban la leyenda de los Lakers de la NBA Magic Johnson, el actual entrenador de ese equipo, Darvin Ham, y la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.

"Gracias por todo lo que hicieron por apoyar a Brittney, porque sé que fue duro", dijo Harris a las jugadoras de las Mercury en una visita a su vestuario.

"Fue muy difícil para ustedes porque un equipo es un equipo (...) es una familia", afirmó la vicepresidenta ante la mirada emocionada de Griner.

"Un milagro"

Griner, reconocida también por ser un icono de la comunidad LGTBI en el deporte estadounidense, fue detenida en febrero de 2022 en un aeropuerto de Moscú por posesión de un vapeador y líquido que contenía cannabis, un producto prohibido en Rusia.

La pívot, de 2,06 metros de altura, había viajado a ese país para incorporarse al equipo Ekaterimburgo durante el parón de la WNBA.

En un contexto de creciente tensión internacional por la invasión rusa de Ucrania, la estadounidense fue condenada a nueve años de prisión y liberada en diciembre tras largas negociaciones en un intercambio con el traficante de armas ruso Viktor Bout.

En los últimos cinco meses la estadounidense ha estado preparándose para recuperar su máximo nivel.

Griner, de 32 años, fue una pieza clave del título logrado por las Mercury en 2014 y seleccionada para el All-Star en ocho de sus nueve temporadas en la liga.

Durante el partido, los aficionados de ambos equipos la ovacionaron con fuerza en cada movimiento que realizaba en la pista.

"Es un día de alegría", resaltó antes del partido Vanessa Nygaard, entrenadora de las Mercury. " Durante toda la temporada pasada empecé cada rueda de prensa recordando a la gente cuántos días (Griner) llevaba fuera . Y hasta el día en que supimos que estaba a punto de volver a casa, nadie pensó que fuera a ocurrir".

"Fue duro cada día pero es fantástico tener este partido hoy", recalcó. "Es un milagro que esté aquí y todos los que vean este partido hoy serán testigos de un milagro: ha vuelto de una prisión rusa y vuelve a jugar al básquet en la WNBA".

"Ha sido la fuerza y la voluntad de tanta gente lo que lo ha hecho posible", subrayó Nygaard.