“Una contrarreloj decide hoy el Giro, aunque también se le puede llamar circo. No voy a sopesar mis palabras: cómo está trazado ahora el recorrido, estoy trescientos por ciento en contra”, fueron las palabras de entrada de Lefevere sobre esta penúltima jornada.
Pero no fue lo único. También dijo que se está perdiendo la esencia de este deporte. “Ilan Van Wilder correrá con una relación de 36×34. Eso es ciclismo de montaña, no de ruta. Creo que deberíamos monitorear los límites de las diversas disciplinas de manera más estricta”, declaró.
La etapa tuvo un primer tramo en llano y luego un ascenso de primera categoría muy exigente. “No entiendo la fascinación con esos porcentajes extremos de inclinación. Este Giro ha sido una prueba: cuanto más empinada es la montaña, más a menudo da a luz un ratón”, dijo Lefevere al respecto.

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“Y luego en los últimos diez kilómetros decisivos hay un mecánico en una moto detrás, con una bicicleta al hombro. ¿Son esos los estándares profesionales que quieres propagar como deporte ciclista? Creo que es una farsa”, manifestó sobre lo estrecho de la carretera y las condiciones en las que tuvieron que competir.
Lefevere no solo se enfocó en todo lo que aconteció este sábado, pues no se olvidó de lo ocurrido el viernes 19 de mayo, cuando tuvieron que recortar un largo trazado a tan solo 75 km por culpa de la lluvia y el clima. “En la etapa de Crans Montana, el pelotón quería un acortamiento de la etapa y lo consiguieron. Pero entonces no entiendo por qué dejaron pasar la contrarreloj de hoy”, sentenció.