El español Mikel Landa (Bahrain Victorious) acude a la Vuelta a España con la intención de despedirse con una sonrisa de su actual equipo antes de formar parte del Soudal Quick Step de Remco Evenepoel, aunque admite no sentirse seguro de disputar la general, por lo que buscará un triunfo de etapa que se le niega en la ronda española desde 2015.
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El corredor de Murguía (Álava), dos veces tercero en el Giro, espera aprovechar el estado de forma con el que terminó el Tour de Francia, objetivo que ha buscado desde que terminó la ronda gala en París el pasado 23 de julio.
Landa considera que ganar una etapa será complicado en esta 78 edición que comienza el sábado en Barcelona, tanto por la calidad de los rivales como por la dureza del recorrido.
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A sus 33 años, Landa cambiará de equipo para correr en 2024 en el Soudal del belga Remco Evenepoel, todo un reto para el ciclista vasco.
"Estoy ilusionado con el cambio. En 2016 se interesaron por mi, pero no pudo ser. Para mi es un equipo que respeto y envidio, por eso ahora formar parte de él me motiva, tiene un ambiente diferente. Ahora trabajaré para que Remco pueda plantar cara a Vingegaard y Pogacar. El poder aconsejarle en algunas cosas me motiva, quiero apoyarle, y aparte tendré mis oportunidades porque la temporada es larga", explicó.
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