El base Kemba Walker, cuatro veces All-Star, acordó con los New York Knicks que no jugará más en lo que resta de temporada de la NBA, informó este miércoles la franquicia.
"Apoyamos plenamente la decisión de Kemba de echar el cierre al resto de la temporada y utilizar este tiempo para preparar la próxima temporada. Su éxito a largo plazo en la cancha sigue siendo nuestra prioridad", afirmó en un comunicado Leon Rose, presidente deportivo de los Knicks.
La decisión de apartar a Walker del equipo llega un día antes del final del parón por el Juego de las Estrellas (All-Star), en el que los Knicks han reflexionado sobre sus objetivos en esta campaña.
El equipo neoyorquino ocupa un decepcionante decimosegundo puesto de la Conferencia Este con 23 partidos por disputar de fase regular.
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Dos puestos por delante se encuentran los Atlanta Hawks, que cierran la zona de acceso al repechaje ('play in') a playoffs.
Con solo dos victorias en los últimos 10 partidos, los Knicks están bajo presión para renunciar a su intento de clasificar a la postemporada y centrarse en mejorar su posición para el siguiente Draft y conceder más minutos a sus jugadores jóvenes.
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En ese último escenario no parece entrar Kemba Walker, de 31 años, cuya carrera está en declive desde hace varias temporadas aquejado de problemas crónicos de rodilla.
El entrenador Tom Thibodeau ya apartó de la rotación a Walker a finales del año pasado pero, tras nueve partidos sin pisar la pista, lo tuvo que recuperar por una sangría de lesiones en el equipo.
El base termina contrato al final de la próxima temporada y, según informó ESPN, los Knicks esperan poder traspasarlo en el próximo mercado de fichajes.
Walker, que promedia esta campaña 11,6 puntos por juego, militó sus ocho primeros años en la NBA en los Charlotte Hornets, donde se convirtió en uno de los mejores bases de la liga y fue elegido para cuatro All-Stars.
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