El astro del golf estadounidense Tiger Woods se declaró el jueves satisfecho con su actuación en la primera ronda del Masters de Augusta, donde protagoniza un asombroso regreso al deporte 13 meses después de su brutal accidente automovilístico.
"Me dije a mí mismo: 'Vamos, ya sabes dónde poner la pelota'", relató Woods a 'ESPN' sobre el inicio de su recorrido.
"He luchado para ponerme en rojo (bajo par)", señaló el californiano, que firmó una tarjeta de 71 golpes (-1) que lo situaba provisionalmente entre los diez primeros en la tabla.
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"No calenté bien pero imaginaba que una vez que la adrenalina se activara y yo me activara y entrara en mi pequeño mundo, todo iba a ir bien", apuntó.
"Cometí dos errores estúpidos en el hoyo 8", dijo sobre uno de sus dos bogeys de la jornada. "Fue tras una ligera pérdida de concentración. Pero luché por volver al juego y aquí estoy exactamente donde quería estar".
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A sus 46 años, y tras una decena de cirugías de espalda y rodilla, pocos esperaban que Woods estuviera de vuelta para competir en el primer Grand Slam del año, después de que estuviera a punto de perder la pierna derecha en su colisión de febrero de 2021.
Tras subrayar durante la semana que su mayor reto eran los recorridos a pie por el campo, Woods minimizó después el impacto que tuvieron en su juego sus limitaciones de movilidad.
"Vine aquí para ver si podía jugar y pude hacerlo como quería. Me sentí bien. La idea es seguir empujando y poder recuperar bien cada noche, eso es lo más difícil", concluyó.
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