El país bolivariano no será el anfitrión del evento ante las crecientes tensiones políticas. Maduro calificó la decisión como una “guerra sucia” contra su país.
El número de equipos en el evento fue ampliado de cinco a seis para abrir espacio a la participación del campeón del nuevo país anfitrión junto a sus pares de Cuba, México, República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela, informó el comisionado del béisbol caribeño, Juan Francisco Puello Herrera.
"Fue traumático encontrar una sede alterna", reconoció Puello Herrera en rueda de prensa en Santo Domingo, al subrayar los "ingentes esfuerzos" realizados para concretar la mudanza.
El estadio Rod Carew en Ciudad de Panamá recibirá la edición de 2019 después de que por segundo año consecutivo la confederación caribeña quitase el torneo a la ciudad venezolana de Barquisimeto.
"¡Ustedes son unos sucios, ladrones, inmorales!", exclamó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dirigiéndose a los directivos del béisbol caribeño, al rechazar este lunes la decisión, que vinculó con "una guerra mezquina, sucia, contra Venezuela".
"Ellos politizaron e ideologizaron la Serie del Caribe para robársela a Venezuela", añadió el mandatario socialista durante un acto transmitido en cadena de radio y televisión.
El domingo, la confederación anunció que "oficial e irrevocablemente" había decidido retirar la sede a Barquisimeto, donde estaba previsto el torneo del 2 al 8 de febrero.
"Presión" de las Grandes Ligas
En un comunicado leído este lunes ante periodistas, el ministro venezolano del Deporte, Pedro Infante, acusó a la confederación de ceder ante "presiones generadas desde Major League Baseball" (MLB) por "razones políticas de carácter extradeportivo". El funcionario cifró en más de cuatro millones de dólares las pérdidas.
La MLB había recomendado al personal de sus organizaciones, "en los términos más enérgicos, el cese de inmediato de viajes a Venezuela por cualquier motivo".
59 años después
La Serie del Caribe contará con Leñadores de Las Tunas (Cuba), Estrellas Orientales (República Dominicana), Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), Cardenales de Lara (Venezuela) y, ahora, Toros de Herrera (Panamá).
Solo queda definir al representante de México, en una final entre Charros de Jalisco y Yaquis de Ciudad Obregón.
Será el regreso de equipos panameños al clásico, en el que compitieron entre 1949 y 1960, siendo sede el istmo en tres ocasiones (1952, 1956 y 1960).
Ya la confederación caribeña había echado a andar un proyecto para ampliar la competición en 2020 con un cupo extra que decidirían en una eliminatoria los campeones de Colombia, Nicaragua y la propia Panamá.
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