Alexander Kimerov, que tenía planeado volar en una aerolínea de bajo costo, cambió de puesto con otro pasajero porque no cabía en su silla debido a sus más de dos metros de altura.
Aunque parecía una situación normal, la empresa aseguró que no podía cambiar de asiento al omitir un pago extra de 15 euros para tener un lugar más espacioso.
Kimerov regresó a su puesto y colocó sus largas piernas en el pasillo, algo que prohíbe la seguridad aérea. Al final la Policía llegó y bajó al jugador. ¡Qué pesadilla!