Corría el minuto 3 del partido en el que Juventus visitaba al Hellas Verona, en la jornada 18 de la Serie A italiana, cuando el colombiano Juan Guillermo Cuadrado tocó el primer balón.
De inmediato, desde la tribuna sur del estadio Marcantonio Bentegodi se escuchó un abucheo.
Según dijeron los empleados de la Oficina del Fiscal Federal que vigila los partidos de la Serie A, se trató de algo llamado el “verso del mono (Boo)”, un insulto que los racistas lanzan contra los jugadores de color.
El grito se repitió durante los minutos 15, 33 y 34 del primer tiempo, "cada vez que dicho jugador tocó la pelota o fue la estrella de juego de acción”, dijeron los oficiales.
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Pero los responsables no pararon ahí. Los insultos de entre 5 mil y 6 mil asistentes a la Curva Sud (Curva sur) del escenario deportivo, volvieron a retumbar de la misma manera en los minutos 4, 6, 8, 13, 22, 30, 31, 36, 41 y 43 de la segunda parte, según documentaron los empleados situados en las esquinas y en las mitad del campo de juego.
Cuadrado sufrió un total de 15 insultos.
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Por eso, la Comisión Disciplinaria de la Serie A sancionó al club Hellas Verona y tendrá que jugar una fecha sin hinchas en la Curva Sud, lugar que ocupan los racistas y cuya barra lleva el mismo nombre.
Si la acción se repite, ese club que, a pesar de haber vencido a la Juve 2-1 ocupa el último lugar del Calcio a falta de una fecha y está condenado al descenso, sufrirá una sanción más dura.
Debido a los insultos sufridos, dice el diario británico The Sun, el jugador de la selección Colombia habría decidido regresar a Londres a jugar con el Chelsea –dueño de sus derechos deportivos- luego de la Copa América Centenario.
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