Tatiana Calderón fue una de las deportistas colombianas que más sonó en el 2022, por todo lo que tuvo que vivir en el año sobre el automóvil. La piloto bogotana vivió, como ella misma lo dice, una "montaña rusa de emociones", en una temporada que recordará para siempre.
Calderón, ya en vacaciones, habló con Noticias Caracol e hizo un recuento de lo que fue su temporada, en la que empezó en la Indycar pero por problemas económicos tuvo que salir del equipo. Posteriormente, encontró la ayuda de una compatriota, que la catapultó para volver a la Fórmula 2, donde espera continuar brillando el próximo año.
"Fue como un sueño hecho realidad estar en la Indycar, que es la máxima categoría de los monoplazas en Estados Unidos. Fue una experiencia inolvidable. Fue como una montaña rusa de emociones, porque a mitad de temporada el equipo se quedó sin el patrocinador principal y me bajaron del asiento del carro. Ahí pensé que era el fin de mi temporada", narró Tatiana su vivencia en el equipo A. J. Foyt Enterprises.
Después de perder su lugar en la Indycar, Tatiana Calderón empezó a buscar ayudas económicas para poder costear un deporte tan costoso como lo es el automovilismo. Allí es cuando apareció Karol G, cantante colombiana de música urbana, quien la impulsó para volver a correr sobre las pistas.
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"De repente llegó un 'angelito' que se llama Karol G, que me dio la oportunidad de seguir compitiendo. Junto a ella, llegaron otras marcas para que yo pudiera volver a estar en un Fórmula 2", dijo Calderón.
Tatiana Calderón disputó siete carreras en la Fórmula 2 (dos en Spa, dos en Yas Marina, dos en Zandvoort y una en Monza). En una de las carreras en territorio italiano sufrió un choque que le produjo una fractura en su brazo, que también la tuvo alejada de los autos, por unas semanas. Su equipo fue el Charouz Racing System, donde también aparece el brasileño Enzo Fittipaldi.
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"Este año ha sido súper desafiante en todos los sentidos, sobre todo en la parte emocional. Siempre trato de aprender de todos los desafíos", concluyó la corredora bogotana, que a sus 29 años, espera que en el 2023 vuelva al nivel mostrado en el 2018, cuando fue contratada por la escudería Sauber, como piloto de desarrollo. Allí, se convirtió en la primera latina en comandar un monoplaza de Fórmula 1.
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