Hace dos semanas, el duelo entre Los Ángeles Lakers y los Indiana Pacers, referente a la Conferencia Este de la NBA, se detuvo por unos instantes, por lo que parecía ser una queja de LeBron James hacía unos fanáticos del equipo rival.
En plena jugada, James frenó su carrera hacía el aro de los Pacers y se devolvió para señalar a dos fans que lo estaban acosando. De inmediato, llegó la seguridad del Bankers Life Fieldhouse para expulsarlos, pero no habían quedado claro los motivos del jugador de los Lakers.
Una de las fanáticas expulsadas fue captada por las cámaras de la transmisión y se le vio haciendo gestos que acusaban a James de 'llorón'.
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Recientemente, otro asistente al encuentro que se encontraba cerca a los señalados por el deportista, de 36 años, reveló, en sus redes sociales, las frases que le estaban gritando al cuatro veces campeón de la NBA.
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El testigo escuchó la siguiente amenaza por parte de estos dos individuos: "Espero que Bronny (el hijo mayor de James) muera en un accidente automovilístico".
Cuando el partido finalizó, James declaró: "Hay una línea entre animar a los jugadores del tu equipo en tu casa y momentos en los que la sobrepasas. Cuando los gestos y lenguajes obscenos entran en juego, no se pueden tolerar".
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