El espíritu de Seve Ballesteros sigue reinando en uno de 'sus' campos, el gaditano de Valderrama, donde capitaneó a la escuadra europea que ganó la Ryder Cup de 1997 y donde una subasta de sus objetos ha recaudado 40.000 euros para los damnificados por el volcán de La Palma.
Esta subasta se hizo en el Real Club Valderrama en el marco del Estrella Damm N.A. Andalucía Masters y, en ella, entre otros estuvieron presentes los hijos del mito cántabro, Javier y Miguel, además de sus compañeros Manuel Piñero y José María Cañizares.
La trascendencia de Seve Ballesteros para el golf andaluz y español, según la organización, quedó de nuevo patente en un emocionante vídeo que repasó su trayectoria y en el turno de intervenciones tanto de su hijo Javier como de los golfistas que compartieron mil andanzas con el genio de Pedreña.
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Además, Javier Ballesteros hizo entrega a José María Arrabal Sedano, director general de Deportes de la Junta, de uno de los polos que su padre vistió en la Ryder Cup de 1997 para que se exponga en el Museo del Deporte de Sevilla junto a un gran retrato de Víctor Jerez, pintor especializado en escenas deportivas.
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Severiano Ballesteros empujó al circuito europeo a que aceptase por vez primera que la Copa Ryder de 1997 saliera del Reino Unido para pisar suelo continental en Valderrama y, tras la victoria del equipo que capitaneó, manifestó que la Ryder "española" fue "la mejor de la historia, por resultados, público, organización y deportividad".
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